jueves, 13 de marzo de 2014

¿Quieres hacer un buen masaje erótico?

Para hacer un buen masaje no solamente hay que ponerle ganas, untar al otro con aceite corporal y ponerse a presionar aquí y allí. Si lo que buscas es que tu pareja no solo se quede más relajada sino que se despierte su instinto sexual, entonces sigue los consejos que te damos a continuación para realizar un buen masaje erótico.
Si antes de irte de vacaciones al destino elegido miras en el mapa dónde está, asique si quieres acertar con un masaje debes conocer a la perfección cuáles son y donde están situadas las principales zonas erógenas de tu pareja. Existen ciertas zonas como el interior de los muslos o el cuello que son bastante sensibles, aunque te recomendamos que pruebes a escuchar su respiración para saber qué zonas le son más agradables y cuales menos.
El aceite es esencial para que la piel se hidrate y sea más fácil dar el masaje. Olvídate de cremas hidratantes porque llega un momento que, al ser absorbida, imposibilita realizar el masaje ya que tus manos dejan de escurrirse por la piel. Emplead aceites corporales, los hay de mil olores y muchos son incluso comestibles y con sabor a fresas, chocolate o piña. No se lo pongas directamente sobre el cuerpo ya que no solo está frío y puede romper la calma de su cuerpo, sino porque puede escurrirse y será más difícil de extender, póntelo en tu mano, frótate las manos, extiéndetelo y comienza a masajear.
Un masaje erótico no es lo mismo que un masaje deportivo. No consiste en apretar hasta que la hagas daño o quitarle los nudos de la espalda. No, un masaje erótico debe aplicarse de forma sensual y suave, buscando presionar esos puntos erógenos con delicadeza pero con eficacia. Un buen masaje erótico debe darse sin prisa, debe ser prolongado y debe tener como objetivo encender la llama del otro y no llegar al sexo de forma rápida.
Lo mejor en un masaje erótico es empezar de menos a más. No empieces por las principales zonas erógenas, espalda o cabeza. Hazlo por los pies y de ahí en adelante, empieza suave para que el cuerpo y la piel se vayan acostumbrando. Cuando llegues a su vagina recuerda que lo que estás haciendo es un masaje erótico, que no es lo mismo que masturbación, masajea la zona de alrededor con el objetivo de de darle placer y si ves que no vais a poder resistir y continuar el masaje, entonces dejad esta zona para el final.

Te recomendamos que seas creativo y busques distintas maneras de masajear. Emplea los dedos de la mano en vez de la palma entera, presiona hacia los lados o en zig-zag. Otras técnicas más sensuales son los roces mediante pañuelos, plumas, objetos o tus propias manos, aquí la presión no interviene ya que lo que haces es deslizar algo por su cuerpo, deja tu mano medio muerta y recorre la zona en la que te hayas centrado con tus dedos o con la palma de tu mano.

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